jueves, 21 de mayo de 2009

EN PÚBLICO O EN PRIVADO La Vanguardia 18.V.2009
Hace unos días se desató una cierta controversia porque una diputada danesa del Parlamento Europeo dio el pecho a su hijo en pleno salón de sesiones y ello me ha recordado una anécdota que viví hace muchos años, seria el 1944 o 45, en pleno franquismo puro y duro, y muchos antes por tanto de que la liberación económica y la apertura y los turistas y el mayo francés y la píldora cambiasen las costumbres de los españoles. Estaba en Madrid porque solo en la Universidad de Madrid se podía alcanzar el titulo de Doctor y mi director de tesis me citó en un café de la Gran Vía madrileña. En aquellos años la Gran Vía estaba llena de cafés a la antigua usanza con mesas de mármol y divanes recubiertos de velludo rojo y sillas tapizadas a juego y en él que nos aposentamos teníamos frente a nosotros lo que parecía una tertulia de altos funcionarios orondos y satisfechos prolongado el café y el puro de después de la comida. Y en este escenario entró una gitana, de aspecto más bien deplorable, blandiendo en una mano un manojo de participaciones de la lotería y sosteniendo con la otra un churumbel apoyado en la cadera a la manera gitana. Pasó por las mesas ofreciendo su mercancía con escaso éxito y al llegar a nuestra altura hizo algo sorprendente, tocó con la mano al caballero que estaba en el extremo del diván para indicarle que se apartase un poco al mismo tiempo que señalaba al niño y el caballero sin mirarla se apretó contra su vecino de mesa dejando un espacio en el que la gitana se sentó y, sin que nadie le hiciese el menor caso, empezó a dar de mamar al niño. Me director de tesis me sonrió diciendo "Si esto pasa en Paris o en Berlín llamarían al loquero" Pensé que probablemente tenia razón.
Nací en Barcelona hace muchos años, algo mas de noventa para ser exactos, y cuando yo era niño las mujeres vestían de un forma notablemente recatada, con las faldas hasta media pierna o un poco más largas y los escotes cerrados sino era en las fiestas de la alta sociedad. Y aunque ya había mujeres que se bañaban en maillot era en lugares acotados de la playa. Pero en cambio desde pequeño estaba acostumbrado a que yendo en tranvía una mujer sentada frente a mí con un niño en brazos se descubriese el pecho para darle de mamar. Incluso recuerdo una vez en una iglesia y durante la misa a una mujer a mi lado con el pecho descubierto y un niño agarrado a él y ella levantándose o arrodillándose para seguir la ceremonia como los demás. Hoy las cosas han cambiado mucho, la falda puede ser larga o corta o no existir y lo mismo puede decirse del bañador o del bikini o de la tanga o de lo que sea y sin embargo es menos frecuente ver a una mujer dando el pecho en público. Y no digamos en un Parlamento. ¿Es esto un adelanto o un retroceso? ¿Un signo de independencia o una muestra de una nueva forma de sumisión a la mirada ajena?
Miquel Siguan msiguan@gmail.com

domingo, 17 de mayo de 2009

Sobre el apellido Siguan

SOBRE EL APELLIDO SIGUAN

Cuando empecé a ir a la escuela pronto me di cuenta de que la mayoría de mis compañeros tenían apellidos que eran más o menos frecuentes mientras que el mío no lo era nada, fuera de mi familia no parecía que nadie más lo tuviese. Llevados por la fonética algunos de mis compañeros de estudios opinaban que yo debía tener antepasados chinos. Pero yo sabia que esto no era verdad, mi padre había nacido en Os de Balaguer, un pueblecito en la provincia de Lleida, en el prepirineo catalán, un pueblo antiguo con un castillo medieval, pero un pueblo exclusivamente agrícola en una tierra de secano rabioso y por tanto muy pobre. Mi abuelo y su hermano tenían una pequeña alfarería, hacían platos y ollas de barro que mi abuelo cargaba en un burro y vendía en los mercados de los pueblos de los alrededores. Mi padre igual que uno de sus hermanos emigró a Barcelona donde ambos se casaron y tuvieron hijos y nietos mientras un hijo del hermano alfarero se estableció en Fraga, en la provincia de Huesca pero a poca distancia de Lleida y un nieto todavía reside allí y un biznieto lo hace en Reus. Pero en este momento no hay ningún descendiente de los que salieron de Os menor de cuarenta años y varón con lo que parece que el apellido Siguan está condenado a la extinción en un futuro relativamente próximo. Y esto explica mi curiosidad por el apellido y sus orígenes.
Mi miedo es excesivo. Yo había oído decir que a finales del siglo XIX algún Siguan de Os había emigrado al sur de Francia y efectivamente en cuanto di unas cuantas vueltas con internet pronto advertí que había algunos Siguans en la Francia meridional, entre ellos un jugador de rugby. Mas todavia.Desde hace algun tiempo el Instituto Nacional de Estadistica a partir de la informacion recogida en los Censos publica datos sobre la frecuencia de los distintos apellidos de los españoles. Segun el Censo efectuado el 1 de enero del 2008 en España hay 12 personas que tienen Siguan como primer apellido, de los que 5 residen en la provincia de Barcelona y 7 en otras priovincias y 15 personas que lo tienen como segundo apellido de los que 8 residen en la provincia de Barcelona.
Pero ¿de donde procede el apellido?
Antes de la guerra española un hermano de mi padre, religioso franciscano por mas señas, estuvo repasando los papeles antiguos guardados en el archivo parroquial de Os sobre bautizos, casamientos y defunciones y comprobó la presencia en el pueblo del apellido siguan desde el siglo XVIII, aunque no encontró ningún dato sobre la procedencia de los primeros establecidos en el pueblo con este apellido. Hoy ya no es posible consultar estos papeles porque en Os, como en tantos otros lugares, el archivo parroquial se quemó al comienzo de la guerra civil. Solo en el cementerio algunas lápidas acreditan la presencia antigua del apellido.

En America Central
Mi curiosidad por la palabra Siguan pronto me hizo caer en la cuenta de que palabras similares como iguana o siguanera eran frecuentes en la America Central. Un paso adelante lo di cuando me enteré de que Chichicastenango, la población de Guatemala donde se celebra un mercado indígena que es visita obligada para los turistas de la región, en la lengua quiche, un lengua maya hablada en esta región de Guatemala, se llama "Siguan" y "Siguan Tinimit" se titula un grupo musical muy popular en Guatemala, Siguan en quiche significa "precipicio" o "barranco" o simplemente "hoyo profundo en el suelo" y de hecho con este significado la palabra se ha incorporado al español hablado en Guatemala. Siguan es también un toponímico que designa alguna aldea (San Siguan) o algunas fincas (Finca Siguan Nican) y se utilizar también como apellido aunque no esté muy extendido.
En la America Central se encuentran también palabras relacionadas o derivadas de siguan en la fauna, la flora o la toponimia e incluso como figuras mitológicas.
La Siguanera es una figura del folklore mitológico de Guatemala y de El Salvador, una mujer que aparece a los hombres que vagan solitarios por la noche surgiendo del agua y los arrastra hasta un precipicio.
La isla de la Juventud es una pequeña isla 100 Km. al Sur de la isla de Cuba. Su capital, con pocos habitantes se llama Nueva Gerona y una de sus playas es la Siguanera Beach.
En Puerto Rico y en muchos lugares de Caribe abundan los lagartos y una de sus familias comprende la Siguana Común, la Siguana de Rabo azul, la Siguana de la Mona y la Siguana del Desecheo.
En Honduras hay una población llamada Siguanera (6.500 habitantes) cercana al Cerro Siguanera

Siguan en Filipinas
Basta una pequeña exploración con Google para advertir que en Filipinas el apellido Siguan es frecuente. Hace algún tiempo un filipino residente en Londres, Arquímedes Siguan, me preguntó si creía posible que algunos de ellos fuesen descendientes de colonizadores españoles y yo le constaste que me parecía muy poco probable. Por su parte me aclaró que en Filipinas los Siguan estaban concentrados en dos zonas distintas, una la Isla de Samar y otra en la Isla de Cebú. En los dos casos abundan las personas con estudios: abogados, médicos, sacerdotes, maestros.. Esta localización geográfica y el hecho de que Siguan se use también como toponímico, así un río Siguan, permite suponer que la palabra provenga de una lengua indígena. Pero al mismo tiempo parece evidente que hay Siguans en las Filipinas que son oriundos de China.

Siguan en China
Aunque obviamente no conozco ni la lengua ni la escritura chinas he visto con alguna frecuencia relaciones en inglés de artículos científicos cuyos autores son chinos y en los que aparece algún siguan y lo he visto también en denominaciones de empresas comerciales. Y lo que me ha resultado mas sorprendente es haber visto resúmenes en inglés de investigaciones sobre los "puntos siguan" en el tratamiento por acupuntura de diversas enfermedades, por ejemplo de la fatiga crónica.

Estados Unidos
En una relación muy extensa de ciudadanos de los Estados Unidos solo encontré uno con el apellido Siguan pero ignoro si era descendiente de Os de Balaguer o de Guatemala o de las Filipinas o de China.

Consideración final
Desde que se han popularizado las redes de contacto social por internet resulta mucho muy fácil localizar personas con un determinado apellido e incluso contactar con ellas de manera que podría empezar un rastreo sistemático que seguramente me descubriría muchos siguans en muchos lugares pero dado que actualmente existen centenares de redes de este tipo la tarea exigiría un tiempo y una dedicación que no estoy en condiciones de asumir de manera que aquí lo dejo. Contra lo que un momento temí es evidente que el apellido siguan no va a desaparecer pero me quedo sin aclarar si la denominación familiar que heredé de unos abuelos alfareros nació en Os quien sabe como o si llegó por extraños caminos de America Central porque lo que no parece creíble es que, como pensaban mis compañeros de colegio, llegase desde la China.

viernes, 6 de marzo de 2009

Prologo a "La flecha en el blanco"

LA FLECHA EN EL BLANCO (Edit. HORSORI)
Prologo de Ll. Foix

Asomarse a la biografía de una persona que ha superado los 90 años
produce un cierto vértigo. Una existencia larga es siempre interesante y fecunda. Tanto por lo que se sabe de ella como por lo que se desconoce. Me place aceptar la oferta de Miquel Siguan para que escriba un prólogo a la selección de artículos publicados en La Vanguardia, en Avui y en la revista El Ciervo a lo largo de los últimos años.
Me recuerda el doctor Siguán que empezó a publicar regularmente sus artículos en La Vanguardia cuando era director del diario. No era consciente de ello porque Miguel Siguán ha cultivado los artículos periodísticos desde hace muchos más años, es autor de numerosos libros y una figura respetada y reconocida en el mundo de las letras, de la pedagogía y del lenguaje.
La Universidad Autónoma de Barcelona acaba de investirle doctor honoris causa, una distinción que también ha recibido de las Uiversidades de Ginebra, País Vasco y Sevilla. Miquel Siguán ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona en 1934, el año en que el president Lluís Companys proclamó el estado catalán el 6 de octubre, un
golpe contra la República que había aprobado el Estatut de Catalunya después de un tenso debate en las Cortes. Como todos los universitarios de su generación tuvo que interrumpir sus estudios al estallar la Guerra Civil. Se incorporó al ejército republicano en una unidad que agrupaba antiguos componentes de una columna anarquista, una experiencia que ha recogido en un libro La guerra a los 20 años (El Ciervo, 2004). La guerra fratricida se llevó por delante a cientos de miles de españoles y dejó al resto bajo la férula de una larga dictadura.
Tengo un gran respeto por todos aquellos españoles que supieron sobrevivir a la tragedia de la guerra sin dejar de trabajar, estudiar y formarse en aquella España que era un erial. Tanto los que fueron obligados a emprender el camino del exilio como los que se quedaron bajo la dictadura. Miquel Siguan completó sus estudios de filosofía y acabó siendo catedrático en un instituto de enseñanza media de Santander. En 1947 se trasladó a Inglaterra y en la London School of Economics entró en contacto con una nueva manera de entender la psicología industrial, entendida como psicología social del trabajo. Regresó a España, consiguió el grado de doctor y en 1951 se incorporó al recién creado Departamento de Psicología Experimental del CSIC en el que un grupo de jóvenes bajo la dirección del doctor Germain reanudaron la tradición de cultivo de la psicología empírica iniciada antes de la guerra en los Institutos psicotécnicos de Barcelona y Madrid. Fue uno de los pilares de la Escuela de Psicología de la Universidad de Madrid enseñando la psicología del trabajo. Publicó varios libros sobre temas que no eran precisamente lo que se vivía en aquella España dominada por los sindicatos verticales y la
falta de libertades.
La transformación económica y social que vivió el país a partir de los
años sesenta se tradujo en un proceso acelerado de industrialización que
provocó emigraciones masivas del mundo rural a las zonas urbanas, con los
lógicos problemas de integración y de desigualdades económicas y de oportunidades. En 1959 publicó un estudio sobre la inmigración interior en España Del campo al suburbio que tuvo una fuerte repercusión y valoró las consecuencias sociales de los planes de concentración parcelaria en Castilla. En 1962, tras aprobar las correspondientes oposiciones, fue nombrado catedrático de Psicología de la Sección de Filosofía de la Universidad de Barcelona.
Rastreando su biografía académica, es en esa época donde la trayectoria de Miquel Siguán da un giro importante que le llevaría a convertirse en uno de los más respetados expertos en el lenguaje infantil y, posteriormente, en un sereno estudioso sobre la situación del bilingüismo y sus implicaciones psicológicas y sociológicas, como se puede descubrir en su Estudi experimental del bilinguisme (1985), una temática que ha cultivado en innumerables artículos en periódicos.
Miquel Siguan es un hombre culto, cultivado, viajado y atento a los
grandes movimientos de fondo que se producen y se han producido en su
larga vida. Es una persona que ha leído todo lo que hay que leer en cuestiones filosóficas, históricas, sociales y políticas. La selección de artículos que se publican en este libro revela la extensaºcultura de este catedrático emérito que entiende de comunicación, lenguaje y escritura. Decía Teresa Pàmies en un artículo en el Avui que Miquel Siguan afronta con serenidad y rigor el falso peligro que corre el castellano en Cataluña
a raíz del Manifiesto a favor de la lengua común, firmado por intelectuales,
políticos y otras figuras hispánicas que insisten, una vez más, en que el
castellano corre peligro en los territorios peninsulares bilingües. Afirma Siguán en el citado artículo que «en el ambiente de crispación que desde hace una temporada se ha instalado en la vida pública española, parece que solo se puede hablar de la lengua en Cataluña desde posturas en las que defender una lengua implica necesariamente denigrar a los hablantes de la otra. Para alguien que desde hace años ha dedicado muchos esfuerzos a
promover la convivencia y la solidaridad entre las lenguas y se ha ganado
por ello pescozones de uno y otro lado, el panorama actual es descorazonante. Pero tampoco estoy dispuesto a cambiar de discurso».
Como hombre curtido en las letras, Miquel Siguán no es un fundamentalista de nada. Estudia la historia, habla de las tensiones sociales, de la corrupción y la democracia, de los paraísos fiscales y de la responsabilidad de los partidos políticos. Son muy interesantes sus reflexiones sobre las relaciones entre Cataluña, España y Europa en unos tiempos en los que el éxito de la Unión Europea tropieza con la falta de sintonía entre las clases dirigentes y los ciudadanos. También se recogen varios escritos sobre la inmigración, el mestizaje como futuro y el factor religioso en la Europa de hoy.
Transitar por las páginas de esta selección de artículos de Miquel Siguán es un viaje por la experiencia de un hombre que sabe relacionar el saber y que aprecia en su justa medida los grandes avances de la Humanidad de la que él ha sido un privilegiado espectador. Recuerda en uno de sus artículos que si hoy las dudas son evidentes, el desconcierto lo es más, tanto en los dirigentes democráticos occidentales, en sus respectivas sociedades, en la fragilidad de las ideas que han sustituido a valores que estaban esculpidos en las formaciones de izquierdas y de derechas. Y el libro al que este comentario sirve de prólogo termina con el siguiente párrafo: «Con esto hemos cerrado el círculo abierto con la referencia a San Agustín. La historia tiene una dirección y un sentido y este sentido es la lucha por una mañana mejor. Pero no hay momentos singulares que nos instalen en la eternidad ni instituciones detentadoras de la verdad que nos puedan marcar el camino. Solo nuestra responsabilidad por el instante presente y por nuestra situación concreta, solo nuestra solidaridad con los que sufren y con los desposeídos, solo la afirmación tenaz de la esperanza».
Miquel Siguán no es un pesimista orteguiano o spengleriano. Es un realista que aporta su pensamiento y su experiencia para dibujar el panorama social, económico, político y cultural que le ha tocado vivir y el que contempla ahora, a sus 90 años de edad. Enhorabuena, doctor Siguan, por sus aportaciones.
Lluís Foix Periodista
Barcelona, 10 de julio de 2008

sábado, 14 de febrero de 2009

BOLONIA COMO DETONANTE

Desde sus comienzos la Unión Europea situó entre sus objetivos la libre circulación de los profesionales, incluidos los universitarios, en todo el territorio de la Unión lo que contrastaba con el hecho de que mientras ciertas formaciones profesionales son mas o menos similares en todos los países de la Unión, así la medicina, otras en cambio son extremadamente diversas, y así la formación de los ingenieros requiere muchos años en Francia o en España mientras es muy corta y muy especializada en Alemania. Los acuerdos de Bolonia representaron un primer intento, de orden muy general en esta dirección de la convertibilidad. Se establecen tres niveles de titulación: grado, master y doctorado y se establece el número mínimo de créditos necesarios para superar cada nivel lo que facilita tanto el que los estudiantes puedan pasar de una Universidad a otra como la convalidación de los títulos una vez acabada la carrera mientras deja a los Estados miembros y a las Universidades el establecer los contenidos y la duración de cada título en concreto. Todo lo cual, hasta aquí, es perfectamente razonable y no se comprende porque puede provocar un rechazo apasionado. Pero también es cierto que las decisiones de Bolonia vienen envueltas en una literatura que, explicita o implícitamente, apela a la modernización de la Universidad y a la necesidad de adaptarla a los nuevos tiempos. Y ahí es donde se levantan las suspicacias.
La Universidad tal como la conocemos es una creación europea, del siglo XII concretamente, que tuvo una época de esplendor y una larga decadencia en la edad moderna hasta su renacimiento en el siglo XIX. Las características de esta Universidad moderna, llamada a veces Universidad Humboldt por el nombre del primer rector de la Universidad de Berlín, pueden resumirse así. Para ingresar en la Universidad hay que cursar una enseñanza previa que en España se llamaba bachillerato y duraba seis años y que se iniciaba a los 12 años una vez terminada la enseñaba primaria común a toda la población. Esta Universidad consta de cinco facultades: Filosofía, Derecho, Ciencias, Medicina y Farmacia. a las que en algunos países se añade la Teología. Los profesores se supone que son al mismo tiempo docentes e investigadores. De hecho la mayoría de los grandes pensadores y grandes científicos del siglo XIX y comienzos del XX han sido profesores universitarios. Pero el primer objetivo de esta enseñanza universitaria era ofrecer una formación general en un campo amplio. La formación del médico es un buen ejemplo en este sentido pero también la carrera de derecho se suponía que formaba una mentalidad jurídica que no solo servia para ejercer la abogacía sino para ejercer cualquier cargo de administración o de dirección en un organismo público o en una empresa privada.
Digamos que esta Universidad pretendía formar una elite social culturalmente preparada. El superar el bachillerato representaba una selección intelectual pero también una selección económica, pues solo a partir de cierto nivel económico de la familia era posible dejar de empezar a trabajar a los 12 años y esperar un mínimo de diez o doce años para empezar a tener ingresos propios.
La Universidad actual es muy distinta de la que acabo de describir y que conocí en mi juventud y en la que me sentí muy a gusto. Pero no trato ahora de hacer un ejercicio de nostalgia, la Universidad actual tiene otros objetivos y dispone de otros medios y en algunos aspectos es muy superior a la antigua. Si comparo los medios de que disponían en mis años de estudiante la Facultad de Ciencias o la Escuela de Arquitectura con los que tienen ahora el progreso es evidente. Pero la Universidad de nuestro tiempo provoca a su vez críticas y despierta recelos que es necesario tener en cuenta.
A lo largo de un siglo las sociedades se han transformado profundamente como consecuencia del progreso técnico y éste a su vez ha sido resultado del progreso de los conocimientos científicos y por tanto de la investigación. En la actividad universitaria la investigación ha pasado al primer plano de modo que al evaluar a un profesor hoy se evalúan en primer lugar sus resultados en la investigación por unos criterios supuestamente objetivos pero que en realidad condicionan ciertos ámbitos de conocimiento y ciertos tipos de conocimiento. Y no solo se evalúan los profesores sino que se evalúan las Universidades y se tiende a establecer un ranking de Universidades. Ahora bien la investigación es cara y más todavía cuando requiere atraer a investigadores utilizando estímulos económicos. Dado que los recursos que el Estado pone a disposición de las Universidades son limitados es inevitable acudir a esponsores que complementen la financiación de la investigación en determinadas áreas.
Añadamos a lo dicho que la investigación universitaria no se limita a la investigación básica o fundamental sino que con mucha frecuencia se trata de investigación aplicada, por ejemplo sobre los efectos de un medicamento o sobre la técnica para producir un producto determinado, en estos caso no solo habrá esponsores externos interesados en invertir dinero en la investigación sino que es la propia Universidad la que puede explotar económicamente los resultados de la investigación desarrollada en su seno, por ejemplo vendiendo patentes de lo investigado. Y por investigación aplicada no hay que entender solo la que depende de las ciencias de la naturaleza, cuando un departamento de sociología aspira a conseguir una ayuda económica de un organismo internacional para estudiar una situación determinada las implicaciones económicas son similares.. También aquí se produce un ingreso económico que la Universidad deberá gestionar y distribuir de alguna manera.
Una de las consecuencias de esta pluralidad de financiaciones es que mientras las retribuciones del profesorado universitario y del propio rector se rigen por los parámetros de la función pública en las Universidades son cada vez mas frecuentes gestores económicos cuya retribución se fija con los baremos, mucho mas amplios, de la empresa privada lo que contribuye a complicar el panorama.
El desarrollo de la Universidad actual no solo esta condicionado cada vez más por las implicaciones económicas de la investigación sino que la propia docencia tiene también implicaciones económicas. Las formaciones generales se substituyen por formaciones cada vez mas especializadas pero la oferta de formaciones pasa entonces a regirse por el juego de la oferta y la demanda y por tanto del mercado. Es posible que un master sobre "el derecho romano en la decadencia del imperio" deje de ofertarse por falta de alumnos interesados en seguirlo mientras un master sobre "gestión de activos financieros corporativos" tenga una gran demanda y es igualmente evidente que la persona competente para dictar este curso es alguien acostumbrado a retribuciones muy altas y que a su vez los alumnos interesados por el tema esperan que los conocimientos adquiridos en el curso les permitirán con el tiempo ganancias cuantiosas y están por tanto dispuestos a abonar cantidades importantes por inscribirse en el master.
Este último dato se pone así en relación con la critica mas frecuente que se hacia a la Universidad tradicional, que era una institución elitista cerrada a las clases trabajadoras. A comienzos del siglo XX y hasta bien avanzado el siglo cuando los hijos cumplían 12 años las familias debían decidir si sus hijos cursarían el bachillerato o empezarían a trabajar para contribuir a la economía familiar. En la Unión Soviética, donde absolutamente todo el sistema educativo estaba controlado por el Estado, este condicionamiento no existía, cualquiera podía llegar a la Universidad con tal de que superase los sucesivos controles selectivos pero a la vez si los planificadores habían decidido que la sociedad soviética necesitaba un diez por ciento de profesionales universitarios la Universidad aceptaba este número y ni uno más. En los países capitalistas el derecho al acceso a la Universidad se entendía más bien como el derecho de todos los que lo deseasen. Con el paso de los años la situación entre nosotros efectivamente ha cambiado, Ahora la enseñanza obligatoria llega hasta los 16 años y el número de los estudiantes universitarios ha experimentado un crecimiento extraordinario. En mi juventud en Catalunya existía una sola Universidad que tenia poco mas de 3.ooo alumnos, en la actualidad la Universidad de Barcelona cuenta con mas de 60.000 alumnos y existen otras seis Universidades aunque sean mucho mas pequeñas a los que hay que añadir un elevado numero de estudiantes no presenciales. Aunque es cierto que este crecimiento en buena parte es ficticio, en 1930 la Universidad de Barcelona solo contaba 3.000 alumnos pero no se contaban como universitarios ni los estudiantes de ingeniería, ni los de arquitectura, ni los de comercio, ni los de magisterio, ni los de enfermería…Pero incluso teniéndolo en cuenta es cierto que actualmente es mas fácil entrar en la Universidad y hay mas universitarios. Pero en cambio antes el importe de las matriculas era mínimo y similar cualquiera que fuese el tipo de enseñanza, hoy ocurre lo contrario y hay una clara y creciente jerarquización de los costes de las distintas preparaciones universitarias. Con lo que la distinción entre Universidades públicas y privadas tiende a difuminarse
Como es sabido el acercamiento entre los dos sistemas, o la mezcla de los dos sistemas, se produjo en primer lugar en Estados Unidos donde muchas Universidades han sido resultado de un mecenazgo sistemáticamente ejercido y es evidente la fascinaciones que las Universidades estadounidenses mas famosas ejercen sobre los universitarios europeos y aun de todo el mundo. Aunque convendría no olvidar que estas Universidades están situadas en la mayor potencia económica del mundo y que es probable que si mañana el centro de la economía mundial se traslada a China las Universidades mas prestigiosas del mundo estarán en China.
Repito que diciendo esto no pretendo rechazar la evolución de la institución universitaria que se está produciendo y que responde a las características y a las necesidades de nuestro tiempo pero quiero recordar que como todas las cosas humanas tiene ventajas e inconvenientes que hay que esforzarse en corregir. Y en el caso de España a los que ya he citado hay que añadir otros dos, el primero que la aportación pública al sistema universitario, y en general al sistema educativo, es menor que en la mayoría de países europeos y el segundo que la movilidad interuniversitaria del profesorado es minima y la endogamia tiende a convertirse en la regla. O sea exactamente al revés que en las Universidades que pretendemos admirar.
Por supuesto no es éste el lugar para discutir estos temas, este comentario pretende solo contestar a la pregunta por la violencia de la protesta universitaria en ciertos sectores contra Bolonia. Como he intentado dejar claro las protestas tienen poco que ver con lo que efectivamente se ha aprobado en Bolonia y con lo todavía está pendiente de aprobación pues es evidente que, en la medida en que la Unión Europea siga existiendo, -y si desaparece apaga y vámonos-, deberá esforzarse por crear un espacio universitario común. Contra lo que protestan algunos jóvenes, y algunos no tan jóvenes, es contra una Universidad que no les gusta. Contra una Universidad en la que la investigación parece el objetivo principal por encima de la enseñanza, una Universidad en la que las consideraciones económicas están siempre presentes condicionando todas las actividades y una Universidad con una estructura cada vez mas compleja y por tanto cada vez mas burocratizada.
Sin olvidar que en la raíz de la protesta hay todavía otra razón. Los que nacimos alrededor de 1920, cinco antes o cinco después, somos la generación que vivió la guerra y la postguerra preñada de dificultades pero vimos mejorar la situación a medida que pasaban los años, la generación siguiente, nacidos alrededor del año 1950, cinco años arriba o cinco años abajo, vivieron su adolescencia en un periodo de plena expansión económica y social. En cambio a la generación de los jóvenes actuales, nacidos entre 1970 y 1990, la crisis les ha dado de bruces en plena juventud y los que hoy son adolescentes y se preparan para entrar en la Universidad tienen la clara impresión de que encontraran mas dificultades que sus padres para abrirse camino. Y esta impresión, que no tiene nada que ver con Bolonia pero que está perfectamente fundada, está también en la raíz de su inquietud

sábado, 17 de enero de 2009

LA PSICOLOGIA COMO PROFESION

LA PSICOLOGIA COMO PROFESION
GRANDEZA Y PELIGROS DE LA PSICOLOGIA COMO PROFESION


1. Surgimiento y desarrollo de la psicología como profesión

2. Las razones del éxito

a) Prestigio de la ciencia experimental.

b) Despersonalización de la medicina

c) Inseguridad del individuo en la sociedad contemporánea

d) Desvalimiento en situaciones límites

3. Los peligros. Banalización de la psicologia

4. Ética profesional

5. Los riesgos para el psicólogo

6. La formación de los psicólogos


1. Surgimiento y desarrollo de la psicología como profesión

Alguna vez he contado que cuando yo era estudiante de filosofía en la Universidad de Barcelona, antes de nuestra guerra civil, asistí a una conferencia en el Instituto Psicotécnico que dirigía Emilio Mira en la que un alemán, Moede, nos dijo muy orgulloso que él era psicotécnico de los ferrocarriles alemanes, la única empresa en el mundo según él que tenia un psicotécnico entre su personal. En el propio Instituto Mira era al mismo tiempo profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina pero había quien como Del Olmo, autor de varios tests, se dedicaba exclusivamente a su tarea en el Instituto y años después emigrado en Venezuela fue psicotécnico de la Standard Oil. O sea que ya entonces existían personas que tenían la psicología aplicada como ocupación profesional, bien colaborando con centros educativos para el despistaje de superdotados o de deficientes mentales bien colaborando con empresas en tareas de selección de personal. Ya existían pero eran muy pocas. Treinta y tantos años después cuando como catedrático de Psicología en la Universidad de Barcelona introduje la licenciatura en este campo al mismo tiempo que Yela y Pinillos lo hacian en Madrid la situación seguía siendo aproximadamente la misma, aunque había aumentado el interés por la psicología aplicada incluso en el campo de la clínica el interés seguía centrado en la práctica de los tests.
De manera que al establecer la licenciatura yo sabia que estaba satisfaciendo una demanda real porque existía una gran curiosidad en torno a la psicología de manera y efectivamente la nueva carrera contó desde el principio con un gran número de seguidores, un número que a medida que pasaron los años no solo se mantuvo sino que aumentó continuamente y no solo aumentó el número de estudiantes en las Universidades pioneras, sino que, año tras año, nuevas Universidades establecieron la nueva preparación profesional de manera que mi alegría inicial por el éxito de la iniciativa pronto se transformó en angustia. ¿Donde iban a encontrar trabajo tantos centenares, quizás millares, de psicólogos que cada año recibían el titulo?
La verdad es que han encontrado trabajo. Los Colegios Profesionales de Psicólogos de las distintas Comunidades autónomas cuentan hoy con más de 60.000 afiliados y los índices de paro de los licenciados en psicología no son superiores a los egresados de otras Facultades.
Muchos de estos psicólogos colegiados trabajan individualmente o agrupados en pequeños grupos en despachos abiertos al publico al que ofrecen asesoramiento y terapia psicológica. Otros son empleados por empresas privadas o por los distintos niveles de la Administración pública: estatal autonómica y local en servicios especializados de una gran variedad de tipos: hay psicólogos trabajando a pleno tiempo en instituciones educativas, hospitalarias, carcelarias, de atención a la tercera edad, de adopción de menores, de lucha contra el maltrato… y hay también psicólogos ocupados en instituciones deportivas igual como hay psicólogos que se ocupan de cuestiones de tráfico y psicólogos que prestan sus servicios como mediadores. Y termino recordando que, desde hace un tiempo, la administración de la justicia puede pedir asesoramiento psicológico y que para responder a esta demanda los colegios has establecido turnos de intervención diferenciados para la justicia civil y para la criminal. Todo lo cual significa que la psicología como profesión en muy poco tiempo se ha extendido y se ha consolidado, algo que no puede haber ocurrido al azar sino que ha de tener razones sociales e ideológicas importantes que a continuación intentaré identificar.



a) El prestigio de la ciencia experimental
Durante muchos siglos la psicología fue fundamentalmente una reflexión sobre la naturaleza y las capacidades del ser humanos y en primer lugar de sus capacidades cognitivas. Fue a finales del siglo XIX cuando algunos psicólogos optaron por la metodología experimental y así cayeron en la cuenta de que era posible medir, con mas o menos precisión, diferencias individuales en aptitudes y formas de comportamiento. Nacía así la psicología aplicada y con ello la posibilidad de convertirla en dedicación profesional. Es la psicotecnia a la que me refería en la introducción a estos comentarios.
Actualmente la capacidad que se supone que posee el psicólogo para valorar las capacidades de los individuos concretos y predecir en alguna medida sus comportamientos se aplica en otras situaciones además de las escolares o laborales, Por ejemplo es posible que un Departamento de la Administración encargado de velar por las adopciones encargue a un psicólogo el evaluar si una pareja determinada está en condiciones de asumir la responsabilidad que supone el adoptar a un niño. Y algo todavía mas especifico, hoy es una práctica normal un juez solicite de un psicólogo un diagnostico sobre determinados aspectos de la personalidad de un acusado o que, en un pleito, acepte las alegaciones basadas en informes de sendos psicólogos que pueden aportar las parten en litigio.
En todos estos casos se da por supuesto un hecho y es que la psicología es una ciencia y que las afirmaciones que hace el psicólogo basándose en sus conocimientos de esta ciencia tienen por tanto un alto grado de credibilidad. Así el primer motivo de la rápida expansión de la psicología como actividad profesional es la confianza de la sociedad de nuestro tiempo en el conocimiento científico. Una explicación que, como veremos mas adelante, exige muchas matizaciones.

b) La despersonalización de la medicina.
La medicina moderna se apoya sobre un conocimiento científico del organismo humano y de su funcionamiento y sobre la posibilidad de corregir los defectos de este funcionamiento bien por medicamentos bien por intervenciones quirúrgicas y es evidente que desde finales del siglo XIX la medicina apoyada en el conocimiento cada vez mas profundo de los procesos normales y patológicos del organismo humano y en el progreso de las técnicas de intervención ha hecho progresos aparatosos. Pero al mismo tiempo este progreso tiene sus inconvenientes, tradicionalmente el medico era un medico de medicina en general
lo cual quería decir que tenia una relación personal con el paciente al que trataba en situaciones clínicas muy diversas y muy a menudo era incluso un médico familiar que conocía a los distintos miembros de la familia y conocía por tanto el ambiente familiar. El medico de nuestros días aunque recibe una formación general en medicina en su ejercicio profesional es, cada vez mas, un especialista que tiende a ver a sus pacientes como ejemplares diversos de la dolencia en la que él es especialista y tiende por ello a ignorar el conjunto de la personalidad y las condiciones de existencia de sus pacientes. Y la verdad es que en el curso de cualquier enfermedad y de cualquier comportamiento anormal del organismo no solo influyen los órganos afectados sino el conjunto de la personalidad del sujeto enfermo y la actitud que éste adopta ante su enfermedad y por supuesto también la actitud de quienes le rodean,
Esta limitación de la medicina que podemos calificar de organicista ha sido observada y denunciada desde hace tiempo. De hecho a comienzos de siglo XX y antes de que se generalizase la apelación a la psicología, el psicoanálisis ya fue una respuesta a esta carencia. Dado que el psicoanálisis a su vez se ha convertido en una especialidad y que tiene un sistema de formación específica distinta de la del psicólogo queda al margen de esa exposición. A efecto de mi comentario lo que importa es notar que paulatinamente esta limitación de la práctica medica ha generalizado la impresión de que para recuperar la salud, objetivo ultimo de la medicina era necesario tener en cuentas los datos ofrecidos por la Psicología lo cual se traduce en la posibilidad de que el médico solicite la colaboración del psicólogo y también de que el psicólogo se encargue de ciertas terapias. Depresión, angustia, adiciones: alcohol, drogas... trastornos en el régimen alimenticio: anorexia, bulimia....
Como es patente las relaciones entre medicina y psicología tanto en el orden de las competencias como en el de las situaciones administrativas de sus agentes distan de estar claramente definidas y reglamentadas pero esto escapa al tema de este comentario. Lo que pretendo recordar es que la "despersonalización" de gran parte de la práctica médica en nuestro tiempo es una de las razones de la gran expansión de la psicología como profesión.

c) Inseguridad del individuo en nuestra sociedad
Las sociedades tradicionales en sus múltiples formas tienen algo en común, la existencia de un sistema de normas que regulan los comportamientos de los individuos y sus relaciones entre ellos y no solo existen normas sino una presión social muy fuerte para que cada cual se comporte de acuerdo con las normas correspondientes a su situación. No trato con ello de hacer el elogio de la sociedades tradicionales, en general son sociedades fuertemente jerarquizadas y las normas sociales refuerzan la jerarquía y por tanto la dependencia y en general también las normas sociales permiten una doble moral. Lo que si pretendo decir es que en estas sociedades saben en cada momento el comportamiento que se espera de ellos. Pueden por supuesto rebelarse contra esta presión pero saben el precio que deberán pagar por ello.
Las normas hay que aprenderlas y los padres o los familiares próximos son los primeros maestros y a lo largo de los maños mantendrán su prestigio y pueden aconsejar y aclarar las dudas de los jóvenes. y les aconsejan. Y no solo el entorno familiar el que ofrece asesoramiento y si es preciso ejerce presión. Como ya he dicho el medico no solo intenta curar sino que a menudo aconseja y a menudo es también medico familiar. También el abogado y el notario, en los niveles sociales que pueden necesitar sus servicios, personifican las normas vigentes y actúan como asesores de confianza. Y finalmente el sacerdote, como confesor o como director de conciencia.
En nuestra sociedad todo esto ha cambiado, el individuo desde su infancia se mueve en muchos ambientes, entra en contacto con otras `personas, tiene acceso a otras formas de vida distintas de las de su casa, En principio tiene un gran ámbito de libertad pero también con facilidad se siente inseguro y desorientado. No creo que haya ninguna exageración en decir que la razón principal de la difusión de la psicología como profesión en nuestro tiempo es la cantidad de gente que se siente insegura ante sus problemas y busca un apoyo moral.
Cuando los primeros licenciados en psicología empezaron a trabajar profesionalmente con mucha frecuencia se les pedía ayuda para mejorar el comportamiento de hijos con dificultades escolares o con problemas de adolescencia. En realidad eran padres que se sentían inseguros y desorientados y buscaban orientación y apoyo.
O bien se trataba de personas que tenían dificultades en su relación con su pareja y buscaban apoyo moral.

d) Desvalimiento en situaciones limites
En m infancia el médico que atendía a un enfermo grave cuando llegaba una fase terminal decía a los familiares: "Mi tarea ha terminado, no tiene sentido que siga, pueden llamar al sacerdote" Actualmente creemos que el médico ha de continuar ocupándose del enfermo terminal incluso si sabe que no puede hacer nada por prolongar su vida para humanizar su existencia hasta el ultimo momento. Sin entrar aquí en las complejas cuestiones psicoéticas que pueden plantearse en relación con estas situaciones lo que si resulta evidentes que esta atención al enfermo tiene un componente psicológico muy importante y por tanto implica la colaboración de medico y psicólogo. Pero la muerte de una persona normalmente representa además una experiencia fuertemente emotiva para sus familiares directos. También en este caso la sociedad tradicional tenía recursos tradicionales para expresar y suavizar el duelo. En nuestra sociedad donde los individuos han de confiar exclusivamente en sus propios recursos afectivos se está generalizando la práctica de acudir a la ayuda de un psicólogo.
Pero la muerte no siempre acontece al final de una enfermedad, puede ser consecuencia de accidentes externos, catástrofes colectivas como el atentado ferroviario en Atocha o accidentes como los que ocurren cada final de semana en las carreteras españolas. En todos estos casos se producen muertes y agonías y heridas y mutilaciones graves y en todos estos casos se requiere no solo ayuda médica sino psicológica. Una ayuda que necesitan también las personas que han resultado ilesas pero que han recibido un xoc considerable y, mas todavía. si han visto fallecer o quedar heridos graves a personas con los que están afectivamente unidas como puede ser el padre o la madre que resultan ilesos pero ven muerto o gravemente herido a un hijo. Tradicionalmente los equipos que acuden a atender a las victimas de un accidente están preparados para ofrecer a las victimas atención médica de urgencia y traslado a un centro medico en las mejores condiciones pero es evidente por lo que acabo de decir que en muchos casos las victimas más que atención médica hesitan atención psicológica. Y es un dato muy positivo saber que a partir de Atocha y de la movilización de psicólogos que se produjo para prestar ayuda a los afectados en muchos lugares de España los servicios para ayudar a los accidentados han incorporado servicios psicológicos.
No tendría sentido proponer una explicación única para esta apelación a la ayuda del psicólogo en situaciones límites. Es posible pensar que en una sociedad tradicional están mas asimilados sistemas de creencias que dan sentido a la muerte pero también es posible pensar que la sociedad tradicional poseía recursos para socializar el duelo y con ello hacerlo mas soportable. Y por otra parte es evidente que en una sociedad en la que los accidentes con consecuencias graves son cada vez mas frecuentes, por ejemplo en las carreteras, es absurdo ofrecer a la victimas ayuda estrictamente médica, o peor todavía reducida al traslado de las victimas a un centro médico.

3. Los peligros. La banalización de los recursos psicológicos.
Basta repasar los títulos de los libros que se publican para advertir la gran cantidad de libros que proponen métodos o prácticas para llevar una vida equilibrada y armónica o para superar nuestras limitaciones o nuestros problemas en cualquier sentido. En algunos casos de trata de propuestas o de reflexiones perfectamente justificables desde una interpretación de la vida humana y de sus problemas coherente con lo que nos dice una psicología que podemos calificar de científica, En otros muchos casos en cambio de se trata de meras banalidades o de auténticas supercherías con el ropaje de creencias exóticas o de prácticas esotéricas. Y lo que he dicho de los libros puede repetirse para periodicos y revistas y para las emisiones de radio y de televisión. Podríamos decir que la psicología está en peligro de morir ahogada por su propio éxito. Y que corresponde a los psicólogos el velar por su prestigio manteniendo la mas estricta seriedad en su actuación y en su propaganda.

4. Ética profesional
Cuando discutíamos sobre los posibles contenidos del plan de estudios de la recién nacida licenciatura en psicología yo insinué varias veces la posibilidad de introducir una asignatura que se denominase ética o deontológica profesional, una propuesta que no encontró el menor eco entre mis colaboradores. Sus recelos no me resultaban difíciles de entender, estábamos dedicados a poner en pié una especialidad que, aunque ubicada en la Facultad de Filosofía y Letras, pretendía tener carácter estrictamente científico y hablar de ética parecía dar a entender que mantenía lazos con la filosofía. De manera que renuncié a mi propuesta pero andando el tiempo la ética ha acabado por surgir en otro contexto, en la actividad de los Colegios Profesionales de Psicólogos. El Colegio de Cataluña se dotó hace tiempo de un Código deontológico y recientemente el Consejo General de los Colegios de España ha aprobado uno que pretende tener valor general. Existen por otra parte Códigos similares reconocidos internacionalmente.
Básicamente el contenido de estos códigos puede resumirse así. El psicólogo que ofrece sus servicios al público en general o en el marco de una organización determinada debe ser capaz de asumir la tarea que se ofrece a realizar lo cual significa en primer lugar que ha recibido la formación adecuada y legalmente exigida pero que debe además esforzarse por mantener al día su formación, que debe utilizar métodos e instrumentos que cumplan con los estándares científicos vigentes y que si llega un momento en que advierte que una tarea o la resolución de un caso concreto desborda sus posibilidades o trascurre demasiado tiempo sin conseguir resultados apreciables debe reconocer sus propios limites e interrumpir su intervención.
En ningún caso debe utilizar en provecho propio la información que consigue en el curso de su intervención. Tampoco puede comunicarla a terceros sino que, por el contrario, debe hacer todo lo posible para mantener su confidencialidad. Por supuesto, cuando el psicólogo reúne información por cuenta de una empresa o institución sobre personas que aceptan el examen el diagnostico del psicólogo deberá trasmitirse pero si no hay razones graves que lo impidan y si el sujeto examinado lo desea se le deberá informar sobre los resultados.
Cuando el psicólogo trabaja por cuenta de una organización pública o privada puede haber casos y situaciones en los que los objetivos de la organización y los del sujeto difieran a corto o a largo plazo. Un ejemplo puede ser el psicólogo que trabaja en el seno de una institución penitenciaria. En estos casos el contrato de trabajo debería explicitar claramente los objetivos de la intervención del psicólogo y admitir que el psicólogo en determinados casos pueda inhibirse de dar su opinión por razones de conciencia.
En principio el psicólogo debe respetar la tarea llevada a cabo por otros psicólogos y no criticarla o devaluarla excepto si cree que con su silencio está causando un daño grave en cuyo caso la mejor solución es que denuncie la situación al Colegio para que sea éste quien intervenga.
No estará de más añadir que la elaboración de códigos de ética profesional no figuraba entre los primeros objetivos de los Colegios Profesional cuando se fundaron pero que ha sido la experiencia acumulada lo que ha obligado a formularlos y en este momento en todos los Colegios de las distintas Comunidades Autónomas existen Comisiones deontológica en funcionamiento. El hecho de que de los psicólogos intervengan a menudo como peritos en juicios civiles con intereses encontrados ha influido mucho en el aumento de las reclamaciones.

5. Los riesgos para el psicólogo
Cada persona es distinta por lo que muy bien puede afirmarse que cada psicólogo es distinto y tiene por tanto su propia manera de aplicar sus conocimientos en su ejercicio profesional y no es difícil señala que muchos rasgos muy marceados de un personalidad pueden influir negativamente en la practica de la psicología, una persona insegura de su misma o tímida en sus relaciones con los demás con facilidad no será capaz de inspirar su cliente la confianza necesaria para que el tratamiento tenga éxito mientras a la inversa una persona muy segura de si misma con facilidad convierte al paciente en indefinidamente dependiente. Una persona precipitada con facilidad llega a conclusiones que pueden resultar equivocadas mientras que alguien muy meticuloso corre el riego de eternizarse en los detalles. Estas características personales y muchas otras que podrían citarse influyen en el éxito y el fracaso en cualquier profesión y muy especialmente en las profesiones basadas en las relaciones personales pero aquí quiero reherirme a unos rasgos de personalidad que influyen específicamente en el ejercicio de la psicología como profesión. Para influir sobre el comportamiento de su cliente el psicólogo debe comprender su problema ponerse en alguna media en su lugar y sentir lo que el siente. Pero este compartir su situación y sus sentimientos no puede ser total, porque el cliente es solo un cliente entre otros y el psicólogo después de atender a uno ha de estar disponible para el siguiente. Pero el ejercicio repetido de esta disponibilidad mantenido en el tiempo tiene un peligro evidente, el caer en la rutina, y por tanto en los antípodas de lo que debe ser la acción del psicólogo para que sea efectiva. A la inversa si el psicólogo comparte los problemas de la persona a quien atiende hasta el punto de hacerlos suyos y de que afecten a su propia vida personal pierde o ve muy disminuida su disponibilidad. Usando la metáfora consagrada para estos casos diremos que se ha quemado, "burn out". O sea que el psicólogo todo a lo largo de su vida profesional debe mantener la línea estrecha que separa la identificación afectiva con el paciente y la rutina convertida en coraza.



6. La formación de los psicólogos
La primera condición para ejercer profesionalmente la psicología es haber cursado los estudios de la licenciatura en psicología. Es una prescripción legal perfectamente lógica pero, aparte de ser legal y lógica ¿es una preparación adecuada? ¿No seria mejorable?
Si se pregunta a los recién licenciados si consideran que la preparación que han recibido les prepara para un ejercicio profesional la mayoría se muestran escépticos, han aprendido un montón de cosas sobre el comportamiento humano pero son cosas dispersas que no ven bien como se integran y menos como sobre estos conocimientos se puede basar un ejercicio profesional.
A ello se puede responder que es cierto que han recibido un conjunto de conocimientos sobre el comportamiento humano que pueden considerar científicamente validos pero que no forman un todo coherente porque la psicología contemporánea tampoco lo es, existen distintos enfoques teóricos y existen ámbitos de investigación muy diversos. Y se puede añadir que la práctica profesional en último término solo se aprende en la propia práctica. Pero una vez dicho esto para justificar la situación actual también se puede decir algo para mejorarla. Los que establecen el plan de estudios y los profesores que enseñan en clase deberían recordar que los alumnos de psicología en su gran mayoría no son futuros investigadores sino profesionales de la psicología y por tanto que tratarán con comportamientos personales lo cual significa que dentro del conjunto de los datos científicos habría que priorizar los que se refieren al ser humano en su conjunto y recordar igualmente que tratarán con individuos concretos en situaciones determinadas y por tanto que el estudio de las diferencias individuales y de los comportamientos en situaciones concretas debería merecer una atención preferente. Y por otra parte parece evidente que la licenciatura debería acabar con un practicum en condiciones.
Y una vez dicho todo esto solo resta añadir que la formación del psicólogo profesional no termina en el momento en que deja la Facultad sino que en cierta medida es entonces cuando realmente empieza, cuando empieza a tener claro el campo en el que va a trabajar y cuando se hace conciente de sus carencias. Y es cierto que existe una gran variedad de ofertas para esta formación pero es una oferta muy poco estructurada. Siempre he mantenido la opinión de que seria muy deseable la colaboración entre Facultades de Psicología y Colegios Profesionales de Psicólogos para planear conjuntamente una oferta sistematizada de formación post grado pero parece que es muy difícil conseguirlo.